DEL CINE A LA REALIDAD
Mientras
los indígenas se defienden, las instituciones se indignan
Muy posiblemente a muchos
que les guste el cine independiente recordarán una película dirigida por Mathieu Kassovitz y estrenada en 1995, que en
francés su nombre seria La haine y en
castellano es conocida como El odio. En
este filme también se puede escuchar una canción no tan conocida de Bob Marley
pero que, sin embargo es muy apreciada por los amantes a la música, Burning and Looting .
Esta película nos muestra
esa realidad oculta que se vive en los suburbios de Paris y como la fuerza pública
y los medios de comunicación tergiversan cualquier mensaje, motivando a las
personas que habitan en estos lugares a tomarse los suburbios para poder vivir
en paz, pues lastimosamente las instituciones en múltiples casos son los
actores principales de la violencia, pero no la violencia directa, sino las más
dolorosas, la simbólica, la psicológica y la social.
Es un desatino creer en
cualquier medio de comunicación alienado a los gobiernos ya que el pueblo, el
ciudadano, la persona de a pie, siempre será el malo, el desadaptado, el
incoherente.
Entre la película el odio,
la canción de Bob Marley y la realidad que se está viviendo estos días en el
Cauca (Colombia) no encuentro ninguna diferencia. ¿Cómo es posible que el
gobierno, los medios de comunicación y la fuerza pública, en este caso el ejército
nacional de Colombia, se indignen porque una población indígena de nuestro país
quiera sacar a los verdaderos criminales y asesinos ( hablo de Ejército y
guerrilla)?, ¿cuántas más muertes tienen que esperar los indígenas para que se
den cuenta que las verdaderas víctimas son los mismos indígenas?, ¿cuánta más
sangre tiene que rodar por las tierras del país para que los medios de
comunicación -contaminación- cumplan con su deber social y acepten que el periodismo no es un
simple negocio sino otra forma, otra metodología que le pertenece al pueblo?.
Es en verdad indignante como
los principales canales de televisión, con el alto rating que marcan cada noche
sus noticieros, sean capaces de proteger unas dinámicas guerreristas y mostrar
la desesperación de los indígenas como un acto atroz y malicioso. Me gustaría ver
la reacción de más de un personaje de estos (periodistas de set, coroneles,
presidente, ministro, gente indignada por la atrocidad de los indígenas) si en
su territorio, estuviera el ejército y la guerrilla enfrentándose día y noche por
años y viendo a sus familiares morir asesinados por “ balas perdidas”, sería
otro cuento, sería otra realidad.
Los medios de comunicación y
el gobierno de turno tiene que entender que la guerra que nos toca vivir a
todos, es solo la guerra armada por ellos mismos y que nosotros como ciudadanos
de este país estamos en total derecho de reclamar lo que es nuestro y nuestro
es el territorio.
Los indígenas han sido
asesinados, desplazados, manoseados y hasta ultrajados no solo en el Cauca sino
en todo el territorio colombiano, estas personas que son las que conservan
nuestro legado, nuestras costumbres, nuestra historia tienen aun más derecho a
reclamar sus tierras, ellos son sagrados y por ende el respeto es algo que se
les debe proporcionar.
Estoy en completo desacuerdo
con el cubrimiento desarrollado por RCN y CARACOL, estos canales que se jactan ser
lo más novedoso en información están perpetuando la crisis que vive el país al
mostrar a un soldado llorando, cuando han sido ellos, los que han matado a jóvenes
inocentes en Cazuca, cuando han sido ellos los que se han aliado en múltiples
ocasiones con paramilitares y narcotraficantes, cuando han sido ellos los que
han desaparecido gente, por ejemplo en el palacio de justicia, cuando han sido
ellos los que han herido a 32 personas en los enfrentamientos en TORÍBIO y han
matado a un indígena y aun así ¿nos tenemos que indignar los colombianos por
las lagrimas de un soldado?.
No olvidemos en qué país estamos
viviendo y a quién le creemos. La injusticia, la desigualdad y las muertes son
los principales valores de Colombia, aprendamos a desmenuzar los mensajes y
actuemos consecuente con la realidad, porque la noche está llegando y si
seguimos permitiendo que instituciones, medios de comunicación alienados a un
sistema gubernamental y fuerza pública piensen y actúen por nosotros, próximamente
los criminales vamos a ser todos, mientras ellos nos dicen al oído, de momento
todo va bien, de momento toda va bien, de momento toda va bien.

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